I
Artículos Desarticulados
Del Libro Inédito Soliloquio
Artículos Desarticulados
Del Libro Inédito Soliloquio
Años bíblicos: De la Oscuridad. Del infierno. Del Edén. Del barro. De la Manzana. Del pecado. Del diluvio. De la Babelización. Del Mal.
Años Prehistóricos: De la Piedra. Del Fuego. De los Metales. De los Faraones. De los enigmas.
Años de siempre: Del Diablo. De Dios. De los Césares. De los Reyes. De los Esclavos. De la Iglesia. De los Piratas. De los perros. De las brujas. De la Luz. De las Mentiras. Del Petróleo. Del Hambre. De la Reforestación. De la Democracia. Del Niño. De la Oración por la Paz. De las Cucarachas. De la Reconstrucción. De las Armas Nucleares. De la Drogadicción. De la Tierra. Del espacio. De la Etcétera, etc.
Un hedor de años se filtra por las huellas huellas de la tierra. Es que está llena de humanos muertos. Ya no le hacen falta humanos vivios. Lo del "señoree sobre todo lo demás" que dijo un Dios con siete días de cansancio, nos ha subido los humos a la cabeza… y todavía no hemos dejado de ser humaniáticos. ¡Arre! Mi rufián, falta un largo trecho que salvar, y en el horizonte veo nubarrones diabólicos que pretenden ocultarnos el sol.
Años Prehistóricos: De la Piedra. Del Fuego. De los Metales. De los Faraones. De los enigmas.
Años de siempre: Del Diablo. De Dios. De los Césares. De los Reyes. De los Esclavos. De la Iglesia. De los Piratas. De los perros. De las brujas. De la Luz. De las Mentiras. Del Petróleo. Del Hambre. De la Reforestación. De la Democracia. Del Niño. De la Oración por la Paz. De las Cucarachas. De la Reconstrucción. De las Armas Nucleares. De la Drogadicción. De la Tierra. Del espacio. De la Etcétera, etc.
Un hedor de años se filtra por las huellas huellas de la tierra. Es que está llena de humanos muertos. Ya no le hacen falta humanos vivios. Lo del "señoree sobre todo lo demás" que dijo un Dios con siete días de cansancio, nos ha subido los humos a la cabeza… y todavía no hemos dejado de ser humaniáticos. ¡Arre! Mi rufián, falta un largo trecho que salvar, y en el horizonte veo nubarrones diabólicos que pretenden ocultarnos el sol.
del libro inédito
C U E N T I V O R O S
I N O F E N S I V O S
SEGÚN EL CRISTAL
Vació el reloj en un vaso medio lleno de atardeceres. Lo ingirió de un trago traqueal. Sin respirar las rutinas. Sintió el sabor bajar por la garganta. El arcoiris se reflejó en el cristal del vaso. Y las horas volaron por el orificio del pecado…
TERMITAS
Sacudió el libro de historietas sin historias. Las palabras cayeron desordenadas en el recipiente de las dudas. Descartes recogió las termitas sobrevivientes al vendaval y se fue a pensar si existía.
MUTACION
Heráclito se bañó con el agua del río. Y ya no era Heráclito, ni baño, ni agua, ni río. La filosofía pudo más que el caudal y el filósofo percibió que no volvería a ver el agua que lavó su cerebro. Cuando el río suena, trae un refrán entre las piedras. Pero en aquel tiempo, cuando los filósofos, filosofaban por la piedra filosofal, el río era la melena de la montaña, que se chorreaba hasta el mar. Para Heráclito la melena de ayer no era la de hoy. Sólo era un recuerdo mojado. Hasta que dejó de ser recuerdo. Sino un olvido seco. Ya tampoco es olvido. Huella mojada y seca de un ahora repetido, húmedo. Heráclito encontró a Gilgamesh llorando en un crepúsculo de barro cuarenta días y cuarenta noches seguidas. Las melenas del río se acaudalaron y fue un diluvio de lágrimas que salió de los ojos de Dios. Los ojos de Heráclito rodaron por el río como huevos de salmón, y ya no son ojos, ya no es río y ya no es Heráclito. Es narciso riendo ahogado en el eco de su belleza de cristal. Soy yo, desnudo y sin brújula orinando en el pecado de andar.
FERMENTO DEL ORIGEN
En el principio el todo era una inmutable arepa. Una torta templada. Al Sur, una mazorca de maíz con los granos como pepitas de oro y una gran cabellera mecida al huracán de luz. Al Este, un coco de agua como un meteorito con flecos. Al Oeste, el horno, casi el infierno, con sus piedras de fuego por arriba y por abajo. Y al Norte, la gran boca del ogro, como un estómago sideral.
La ceguera de Dios era patética, hasta que vino la peste de los poetas o la poesía de la peste. Dios quería más a la peste que a los poetas, porque los poetas lo negaron tres veces. Y con el primer mandato divino, nació el pecado. Y con cada poeta, un pecador. La peste poética lo desterró del paraíso. Por eso nos culpan de joder los planes de Dios.
Y fue el día y la noche el primer poema de la creación. Al amanecer, desterrados los poetas, un resplandor angelical, salió de los cuatro puntos cardinales. Se hizo el pugilato. Los granos de maíz se esparcieron por toda la tierra, germinando la filosofía del bien y del mal. El mal cosechaba más mazorcas. Entonces Dios dijo, los poetas son buenos agricultores y maldijo la higuera para que no pariera. A la primera ira, un rayo partió el cuenco del coco, y brotó el agua hedionda, salada, un mar de peces y gusarapos, inundó todas las orillas. El horno se hizo volcán y pólvora para la guerra. Y de la boca del ogro brotaron lagartos empachados y glotones, hablando idiomas inconclusos y articulando religiones de mercaderes y magos. Los poetas no eran bien visto por el ojo divino. Para cada cosa hecha por don celestial el poeta tenía una magia, un conjuro, un exorcismo. Eran los portadores del virus del Pecado Original. Si hay otro es falsificado. Entonces buscó la solución de carne y hueso. Hizo al hombre. Lo hizo cagón y mocoso. Para rezar tiene que limpiarse por arriba y por abajo. Cuando el hombre vio el paraíso para él solito, su falo tembló, y vio que era bueno. Y a Dios se le pararon la cejas y le mandó una manzana envenenada pero el hombre no fue pendejo y prefirió a Eva desnuda. Y los poetas aprovecharon esta debilidad y sembraron el árbol de la ciencia. El hombre, como un orangután, se subió en el árbol, y desde allí divisó a la mujer en la cueva y la cueva de la mujer. El hombre sin nombre bajó del árbol y se lanzó a su aventura de perder una costilla hasta la eternidad. Hoy trae los pies de barro y un fardo de pecados al hombro.
Había pasado el primer día de la migración, y para la palabra inspirada de Dios fue bueno. Y esto es palabra de un poeta.
del libro inédito Evas y Aves
Eva Total
A Las Evasivas...
Ni tantas, ni tan pocas.
Album de primicias
primicias que se fueron arrugando
en un estrujón de sueños
en un abrazo efímero de nostalgias
almanaque untado de embelesos
seducido
esquilmado
síndrome de amores decomisados
glosario de aventuras suculentas
frígidas
cachadas
resurrectas
cacofónicas
triangulares
salpicadas de todo y de nada
bohemias de cinturas entregadas
versos de alcohol y noche
de humo y madrugada
hielo
flora
fuego
fauna
poema postizo de varios intentos
remiendos amorosos
confundidos en una Eva total
Todas las demás
pasadas por las armas de mi veneno letal
estancia de mi ombligo mujeriego
urdimbre de sustancias femeninas
urticaria celosa
de mi mundo mundanal
Eva total sin paraísos
hoy perdidas en mi horizonte tropical
sólo quedan sus anatemas cobrizos
la retama del recuerdo gutural
Repertorio de besos esgrimidos
orgía compartida en cada coito sentimental
vulva salobre
pretendida por un enjambre de chichiguaos
en un prostituido amanecer
Poligamia de tormentos ateridos
espermas frustrados
disecados en el tabique de la ilusión
Lágrimas fornicadas y sacudidas
en cada chisme de infidelidad
Menstruación corrompida
en un flujo sádico
Vagina desvencijada y hermética
Sexo negro rosado caribe
de bromas y aderezos
Senos tímidos y selváticos
pornografía sideral
balanceada en un pecado teñido por el sol
Ya sólo quedan estos estribillos
donde se confunden arpías y medusas
en una caja de salmuera
en una colmena erógena
donde se vilipendia esta Eva total.
del libro inédito
R e z o s
A r m a d o s
(Acrósticos sin Credo)
A nadie.
Para no tener la duda de confabularme
con los malagradecidos.
1
UNARIO
“No, no, no basta rezar,
Hacen falta muchas cosas para conseguir la paz.”
-de una canción interpretada por Los Guaraguaos-
R
annel te salve la poesía sin amuletos
A
rgumento de tu nombre gutural
N
unca olvides el rezo sulfuroso tras el verso
N
adie puede condenar la piedra pecadora
E
nsuciar tu alma con tabúes de barro
L
etanía que nutre la oración sin credo.
B
áculo de nombre y apellido fríos
A
mén de cuerpo entero y sin musas
E
spíritu del verso que trasciende
Z
ozobra el cielo en un vaso de culpas
R
uido del versículo atrofiante
E
scama de culto seco
Z
odíaco de tabúes amarillos
O
rgía con sotana y diezmo
S
imulacro de Dios volitivo
A
rterias con cremora y analgésicos
R
itos maquillados con esperma y sangre
M
atando pensamientos de balde
A
demás de cogerles las agallas
D
estripan el olor a sueños
O
fenden el sudor de la metáfora
S
usurros de castigos tras el muro
A
sí es el parto de la mentira
M
undo de soberbia y ciega fe
E
nfermedad de hipocresía lucrativa
N
unca tendrás salvación en la duda
No hay comentarios:
Publicar un comentario